«Euskal Presoak: a tomar por culo»

Los terroristas gobiernan en el País Vasco gracias al Partido Socialista Obrero Español

Hace una década las únicas que negociaban con los etarras eran sus madres para ver si querían comer pollo o macarrones. Eran negociaciones familiares. A ningún gobierno se le ocurría jugar al intercambio de cromos con unos asesinos. Prueba de ello, es que Miguel Ángel Blanco está muerto porque el gobierno de José María Aznar no cedió ante las peticiones de cobardes con capucha.

Recuerdo que en una ocasión un compañero de colegio llegó a clase con una camiseta –quizá era una pegatina en su carpeta, no recuerdo claramente– en la que aparecía el clásico mapa en el que los etarras juntan Navarra y una parte del sur de Francia con el País Vasco, y lo tintan de negro. Todo ello acompañado de las letras «Euskal Presoak: a tomar por culo».

Eran los inicios de los diseños simples en el ordenador, muy distantes del actual editor de imágenes llamado «Photoshop». Este colega de aula, al igual que la gente de bien, estábamos y estamos hartos del terrorismo de la ETA y de aquellos que simpatizan y simpatizaban directa o indirectamente con los asesinos. Cabe recordar que la indiferencia ante un asesinato es complicidad indirecta con el que dispara.

Desde hace siete años en España hay complicidad directa con los terroristas vástagos de la mentira de Sabino Arana. Prueba de ello es que gracias a algunos de los simpáticos magistrados del Tribunal «Prostitucional» (léase Constitucional) los terroristas y quienes les aplauden gobiernan diputaciones, municipios, pueblos, aldeas y caseríos. Todo ello por una decisión política trasladada desde el gobierno socialista. Y si no es así, estoy deseando que alguien me demuestre y explique lo contrario.

Bildu gobierna en zonas del País Vasco gracias al Partido Socialista Obrero Español. ANV gobernó en zonas del País Vasco gracias al Partido Socialista Obrero Español. El Partido Comunista de las Tierras Vascas gobernó en zonas del País Vasco gracias al Partido Socialista Obrero Español. Unas agrupaciones políticas que se pasan por el Arco de Cuchilleros la Ley de Partidos nacida en 2002 que ilegalizó a Batasuna, otro partido lleno de amigos de los asesinos. Y usted dirá: «gobiernan porque lo quiere el pueblo». Ya, pero si no se permite que se presenten, no podrían gobernar. Algo que sería lógico si estamos ante unas personas que no condenan y descorchan botellas de vino espumoso ante más de 800 asesinatos.

Dicen que el final de ETA está más cerca. Es por eso que los asesinos gobiernan, ríen, roban pistolas, tienen zulos llenos de munición, y aplauden y homenajean a etarras, algunos fugados y otros liberados sin cumplir condena por matar a personas. Ni una condena al terrorismo, ni un arrepentimiento, ni una muestra de perdón. Un final que enaltece a los asesinos y hunde a sus víctimas. Todo un ejemplo de reconocimiento social en una democracia sana; ya se ve. Yo deseo que desaparezca la ETA, pero que todos sus asesinos vayan a la cárcel.

Para muchos españoles es más importante conocer a qué hora empieza en el circo de la televisión un programa lleno de hombres con voz filena y de mujeres «calientacamas» que no saben quién es el padre del niño que llevan en su vientre. Una indiferencia de una sociedad que hace recordar a aquella que hace años ante un atentado decía «si lo han matado es porque algo habrá hecho«.