La miseria en el mundo más avanzado de toda la Historia

El 24 de abril de 2012 cené tortilla con un joven de Burundi llamado Christoph. Por entonces ambos vivíamos en Roma y compartíamos residencia. Conversamos, entre otras cuestiones que no recuerdo, sobre la bandera y el himno de su país. Algo simple, dirán ustedes. Pero para mí fue una vivencia y experiencia que volvería a repetir mil veces. Las historias personales nos hacen empatizar con el prójimo.

El reportero Hernán Zin es autor de «Villas Miseria»

A menudo en Europa -en el punto de vista occidental- nos vemos y sentimos superiores a africanos, latinoamericanos y asiáticos. Sin duda yo pensaba que un joven de Burundi podía ser doctor en Derecho. Lo pensaba pero no lo viví e interioricé hasta que conocí a Christoph. ¿Cómo iba a ser un africano doctor universitario? Aquella noche creció mi amplitud de miras gracias al asesinato de mi racismo mental.

Hoy he visto «Villas Miseria», un documental del reportero Hernán Zin. En él narra historias que no escribiré aquí para que ustedes las descubran en el vídeo. Si escribiré los nombres de los protagonistas para que existan para Google, si es que no están ya… Dicen falazmente que «si no apareces en Google, no existes».

Zin habla de la loca Elena, que recoge plásticos y cartones para reciclar en Argentina. También habla de Sara, una niña que vive con sus hermanos en la calle y que no pierde la ilusión infantil pese a su situación vital: «Nosotros no le pedimos el regalo a Papa Noel y a los Reyes porque no le hicimos la carta porque nosotros vivimos en la calle. Y que nos perdonen Papa Noel y los Reyes», explica Sara.

También habla de David, un niño que limpia zapatos para llevar dinero a su casa. Recoge el testimonio de Mongol Sarnakar, un indio que cuida a Nepal, su hijo primogénito de 12 años que es discapacitado. Habla de una señora mayor de la India llamada Dipti Porchas, quien vive debajo de un puente en Calcuta. Cuenta la dura historia de Morris Mbowo, que cuida a su madre enferma en Kenia.

Entrevista a Sarasuti Mondol, una señora india que vive con sus hijos en la calle. Conversa con Patrick Kimawachi, quien hace labores sociales en Kibera, Kenia. Y nos presenta a la pequeña niña Sharon Kayalo, quien ilustra este artículo en una fotografía junto al periodista. Muchos de los entrevistados murieron. Otros siguen viviendo la miseria en el mundo más avanzado de toda la Historia.